Mala atención mata buena calidad - Crítica gastronómica
Era sábado a la noche. Después de haber jugado casi dos horas al "Chancho va" y ver como se acababa el gin inglés, Yesid bailaba, Adriana se reía y Javi y yo estábamos bajando nuestras persianas. Los invitados que estaban de paso en la casa habían aportado el alcohol, muchas ganas de divertirse y muy buena actitud. Eran las cuatro de la mañana cuando nos fuimos a casa, acordando vernos al día siguiente. Tres horas más tarde de lo acordado, Adri y yo salimos hacia la casa de los chicos. Yesid tenía una fuerte resaca, mientras que los otros tres nos sentíamos simplemente apagados. La hora del desayuno había pasado, la del almuerzo también. Sin ganas de movilizarnos mucho pero de sentarnos bajo el sol, entramos a un restaurante de pasta que siempre quisimos visitar, aquí en Chapinero, Bogotá: Giuseppe Verdi. Al llegar nos ofrecieron una mesa en el sector restaurante, pero ,además de que nos sentimos algo incómodos por la edad promedio del resto de los comensales, aun es...